Testimonios de personas beneficiarias de Kingabwa (I)

Habla Bénédicte AKOWA.

Hola Papa Anto, vine a agradecerte por pensar en mi futuro. Frente a una familia que ya no se preocupaba por mí después de la muerte de mi madre, conociendo cómo son, su comportamiento, no culpé a nadie.

Me imaginé yendo a vender bebidas a un bar, para mi sustento. Cuando me dediqué a confeccionar ropa, estaba verdaderamente muy contenta. Así quisiera expresarles mis más cálidos sentimientos de gratitud.

A la CVX les envío mis saludos y mi más profundo agradecimiento. Esto que han hecho por mí, no se lo dan a todos.



Conversación con Naomie OKESE.

- Hola Papa Anto.
- Hola Naomie.
- Ya se ha terminado la formación, ¡eh! ¡Mi historia! Bueno, ya la conoces, pero para el resto, yo debo volverla a contar.
- Vuélvela a contar, pues. ¡Ellos te van a escuchar!
- Papá se murió en 2019 y mamá en 2021. Desde entonces he conocido una vida muy inestable: hoy aquí mañana allí. Como consecuencia de ser acusada de brujería, nadie quería tenerme con ellos ni cerca. Durante un año me vi obligada a pasar las noches en una iglesia donde había organizada una vigilia de oración, o también en un cementerio, y por la mañana la providencia venía en mi rescate.
Después de varios intentos de reconciliación, Papa Anto ha conseguido que vuelva a una casa, con una de mis tías maternas. A continuación, estoy muy o incluso completamente convencida de que es Dios quien os ha enviado para que pueda tener una educación. Queridos miembros de la CVX, desde el primer día de mi formación me sentí muy ocupada, esta vez con algo útil que hacer. ¡Qué alegría para alguien como yo que nunca fue a la escuela!  Terminada la formación, debía buscar trabajo incluso si tenía novio. Me han prometido trabajo en la Cáritas de la calle 13ª para el mes de julio. Para terminar, quiero dar las gracias a toda la CVX: vuestro nombre ha quedado escrito en mi corazón.

Rébecca KANDA está feliz.

Buenos días, queridos miembros de la CVX.
Yo no había estado nunca en la escuela porque mi mamá estuvo enferma mucho tiempo, alrededor de 10 años. Mis tíos y tías maternas no se interesaron por mi futuro. En 2015-2016, había  aprendido a leer y escribir en el centro parroquial. Eso me abrió el gusto por el estudio. Que Dios os bendiga por todo lo que habéis hecho por mí al enviarme a la escuela. Aunque ha habido muchas dificultades, acabo de terminar mi formación. Mis instructores tenían un gran corazón hacia mí porque mis conocimientos no estaban a la altura. Se lo agradezco de corazón.

Las sonrisas de los ángeles

Queremos tener un recuerdo especial para los huérfanos que nos ha dejado Papa Thomas Liyanga. Viven en casa de su abuelo, en una miseria extrema. Hacemos lo que podemos para conocer su situación casi cada semana.

Un día fui a visitarlos. Llegué a la casa y encontré al abuelo completamente solo.

- Mbote Koko (tr. hola abuelo).
- Mbote cher Paul (hola querido Paul).
- ¿Dónde están los niños?
- Recorren mucha distancia por los barrios para recoger botellas de plástico que venden a las plantas de reciclaje. Si quieres verlos, puedes ir al sitio de construcción chino, ubicado no lejos del campamento militar de Badara. Después de darle algunas cosas, fui a buscar a estos huérfanos y los vi como su abuelo me había indicado


- Tony, ¿qué hacéis aquí?
- Recogemos las botellas de plástico.
- ¿Para qué?
- Para revenderlas a las fábricas de botellas. Este dinero nos ayuda a comer por la noche. Si no hacemos esto, corremos el riesgo de pasar la noche sin comer. 

Estos huérfanos no reúnen las condiciones para la escolarización. Tienen serios problemas de alimentación a pesar de que ellos tendrían que ser los primeros beneficiarios de la escolarización.