A petición de Upasunqu, nuestro compañero Óscar ha escrito una rápida reseña de los primeros días de su estancia en Nicaragua. Si os fijáis, como en muchas de estas experiencias de contacto con las personas del Sur, a pesar de la pobreza, la injusticia y la inseguridad, viven alegres con poco. Eso no quiere decir que la lucha por la justicia no siga siendo una prioridad, pero en esa lucha a las personas que vivimos en el Norte nos sobre "equipaje". Gracias por tu testimonio, Óscar.
Las dos primeras semanas hemos estado en Condega, al norte de Nicaragua, cerca de la frontera con Honduras. Zona bastante pobre pero donde la gente es maravillosa, es feliz con lo poco que tiene y comparten todo con uno y siempre ayudan. El tiempo por aquí es muy cálido en estas fechas, cosa que lo necesitaba, estaba harto del frío de España.
Esto es otro mundo, no tiene nada que ver con España, más bien se parece a España pero hace muchos años, las cosas son como he oído a mis abuelos que ellos vivían.
Todo lo que depende del Estado deja mucho que desear, es increíble ver como las casas todas tienen televisión por cable y teléfonos con 3G pero no hay agua corriente. Lo privado funciona bien. Sin embargo la gente es feliz y alegre.
Casi no hay coches privados, solo los más ricos lo tienen, el resto se mueve andando, en moto, taxi o bus, las carreteras dejan mucho que desear.
Estando aquí uno aprende a valorar lo que tenemos allí y nunca apreciamos sino que nos parece normal, tenemos mucho por lo que dar gracias. Yo ahora mismo sueño con darme un baño de agua caliente en mi bañera, parece poco pero así es.
Ahora hemos bajado al sur a Montelimar , zona de playa, con todas las comodidades, nada que ver con lo vivido en el norte. Estaremos una semana aquí.
Luego volvemos a Condega para los últimos días antes de volver a España.
Saludos a todos. A la vuelta ya os contaré más y os enseñaré fotos.
Óscar
Hola Javier y demás compañeros de Upasunqu.
Esto es otro mundo, no tiene nada que ver con España, más bien se parece a España pero hace muchos años, las cosas son como he oído a mis abuelos que ellos vivían.
Todo lo que depende del Estado deja mucho que desear, es increíble ver como las casas todas tienen televisión por cable y teléfonos con 3G pero no hay agua corriente. Lo privado funciona bien. Sin embargo la gente es feliz y alegre.
Estando aquí uno aprende a valorar lo que tenemos allí y nunca apreciamos sino que nos parece normal, tenemos mucho por lo que dar gracias. Yo ahora mismo sueño con darme un baño de agua caliente en mi bañera, parece poco pero así es.
Ahora hemos bajado al sur a Montelimar , zona de playa, con todas las comodidades, nada que ver con lo vivido en el norte. Estaremos una semana aquí.
Luego volvemos a Condega para los últimos días antes de volver a España.
Saludos a todos. A la vuelta ya os contaré más y os enseñaré fotos.
Óscar