Adjuntamos una noticia recogida por eldiario.es referente al "blindaje" del 0,7% para la ayuda al desarrollo en el Reino Unido.
El 0,7% de la renta nacional bruta para la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) por imperativo legal.
El 0,7% de la renta nacional bruta para la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) por imperativo legal.
Es lo que fija una norma aprobada recientemente en
Reino Unido que fortalece su imagen como país al que muchas ONG, como las
españolas, tienen envidia sana por su respeto a las políticas de Cooperación.
"La lucha contra la pobreza en el extranjero sirve para solucionar los
problemas mundiales y redunda en el propio interés nacional", aseguró
Justine Greegin, secretaria de Desarrollo Internacional del Reino Unido, a
los medios locales.
La Secretaría que dirige Greegin es la institución
creada “ad hoc” en 2007 para gestionar la Cooperación, y que ostenta rango
ministerial, algo inusual si se compara con el resto de países ricos. Las ONG
inglesas, como la red Bond, muestran regularmente su entusiasmo al ver cómo de
un tiempo a esta parte las ayudas al desarrollo se han convertido en una
política de Estado, impermeable a los vaivenes de la economía.
En la última semana las ONGs en el país han recibido
un nuevo motivo de celebración. La Cámara de los Lores ha consagrado en una ley
el compromiso de destinar el 0,7% de su renta nacional a la Cooperación,
convirtiéndose así en el primer país del G-7 que confecciona una norma de estas
características. Un paso que, para los expertos, refuerza su imagen
internacional y da un toque de atención a sus vecinos.
"Eso no pasa en España", incide Nacho
Martínez. El responsable de la 'Plataforma 2015 y más' rememora unas
declaraciones del ministro de Exteriores español nada más tomar posesión de su
cargo que ilustran las diferencias ante la cooperación de uno y otro país.
"Recortar en Cooperación es una opción extremadamente dolorosa, pero la
otra opción, a lo mejor, es recortar pensiones o cerrar ambulatorios",
aseguró José Manuel García-Margallo en el Congreso de los Diputados.
En España, el Congreso también hizo un acercamiento
para proteger la cooperación internacional en los presupuestos. "En el año
2007, todos los grupos parlamentarios firmaron un Pacto de Estado contra la
Pobreza para establecer una política común de Cooperación, pero cuando saltó la
crisis, se ha olvidado, desmantelando la AOD con un recorte que ha alcanzado el
62%", lamenta Nacho Martínez.
Una falta de compromiso que en Reino Unido han
conseguido sortear, según el relato de David Taylor, asesor de Oxfam Intermon
en Londres. La clave del éxito inglés radica, en su opinión, "en la
cantidad de apoyo que existe entre los líderes políticos de distintos
partidos", a lo que se suma "el exitoso trabajo de las ONG durante
años". "Cuando eres capaz de obtener el apoyo público y los políticos
están a favor de la acción sobre el desarrollo se pueden aprobar leyes como
ésta", apostilla en referencia a la ley que blinda el objetivo del 0,7%.
Ese es el porcentaje del PIB que los países denominados ricos –entre los que se
incluye a España– deberían destinar para la ayuda al desarrollo de los países
empobrecidos, tal y como aprobó en 1980
la Asamblea General de las Naciones Unidas. Un compromiso que en 2013, el
último año con datos oficiales disponibles, solo han respetado seis firmantes,
la mayoría pequeños o medianos países. Un selecto club conformado por Suecia,
Noruega, Luxemburgo, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido.
España, con una inversión del 0,17%, ha quedado a la
cola de los 27 países donantes que forman el Comité de Ayuda al Desarrollo
(CAD), solo por detrás de Eslovaquia, Polonia, República Checa, Grecia y
Corea. España ostenta el dudoso honor de ser el único donante de la OCDE que ha
recortado tanto en tan poco tiempo.
Hasta hace unos años, en la báscula entre España y
Reino Unido las similitudes eran más numerosas que las diferencias, según los
expertos. Es más, en 2007 y 2008 la AOD española fue superior a la británica,
pero la crisis lo han rebajado a un mero espejismo. Frente a la adversidad
económica, los ingleses han apostado por incrementar la partida en 6.500
millones de euros, mientras que el Gobierno español la ha recortado en 3.000
millones de euros, según datos de la OCDE.
"Son dos formas distintas de
entender la política de Cooperación. Reino Unido también ha sufrido la crisis
pero ellos, en cambio, han ido aumentado las partidas, incluso la han blindado
con la última ley", cuenta a eldiario.es Leonardo
Pérez. Este investigador, uno de los autores del portal 'Sí me
importa' de apoyo a las políticas de desarrollo internacional,
teme que los recortes no hayan tocado techo. "Las previsiones son que en
este año habrá más recortes en Cooperación en España", abunda.
Todos los expertos consultados convienen en la
necesidad de seguir los pasos de Reino Unido y salvaguardar de la austeridad
los presupuestos para la Cooperación situando sobre la mesa un programa de
mínimos. Aluden que además de conferir prestigio a nivel internacional al país
donante, alcanzar el 0,7% de la ayuda permite fundamentalmente salvar vidas,
contribuir a resolver desigualdades entre ricos y pobres y ofrecer nuevas
oportunidades a los sectores de la población más marginados.
¿Qué debe aprender España?
"El Reino Unido ha incrustado
en el corazón de su política exterior la ayuda de Cooperación, es la marca del
país". Lo expresa en estos términos Gonzalo Fanjul, director de análisis
de ISGLOBAL,
que hace un mes participó en una comitiva española desplazada a Inglaterra para
conocer la experiencia británica en este ámbito. De ese viaje ha sacado una
cosa en claro: el Reino Unido puede y debe ser un modelo de inspiración para
España.
Fanjul pone en valor el enfoque que los ingleses
imprimen a sus políticas solidarias. "Todo lo que aprueban en Cooperación
tiene que estar pensando para reducir la pobreza", asegura, y acto seguido
añade otro punto positivo: "Tienen muy definidos según sus intereses
estratégicos los países y las organizaciones a las que van a destinar los
fondos".
Pero no todo es merecedor de halago ni debe copiarse al pie de la letra. El
analista señala que "en ocasiones hay un utilitarismo en las ayudas que se
conceden". Pone el ejemplo de Pakistán o India, lugares donde el Reino
Unido cuentan con importantes alicientes de carácter geoestratégico.