A los 25 años del asesinato de los mártires de la UCA


Mañana, 16 de noviembre de 2014, se cumple el 25º aniversario del asesinato de los ocho mártires de la Universidad Centroamericana. Es un día para recordar y aprender. Para recordarnos la fuerza del mal en el mundo a través de sus estructuras de pecado que matan a miles de personas todos los días. Para aprender de ellos que lo que da sentido a nuestra vida, lo que nos da alegría, es amar a los próximos y, al menos, preocuparnos por los que sufren y no son tan próximos. Esto es lo que mueve a Upasunqu. Esto es lo que mueve a las Águilas en Piura y a la CVX GEC-Kingabwa en un barrio de Kinshasa. Y a tanta gente buena y comprometida que lucha por la justicia y por la posibilidad de un mundo distinto, más humano.

El último cuadernillo de Cristianismo y Justicia está dedicado a Ignacio Ellacuría, cabeza visible de los mártires, seis jesuitas y dos mujeres del pueblo que les ayudaban en la comunidad. Os transcribo una palabras de José Sols, el autor, escribe en la presentación:

"La figura de Ellacuría es inmensa en muchos sentidos. Siendo un filósofo de altura, discípulo y estrecho colaborador de Xabier Zubiri, otro gran filósofo, quiso que su filosofía estuviera al servicio de la causa de los pobres de la Tierra, no de manera panfletaria, sino dando elementos de comprensión de la realidad histórica. Siendo teólogo, supo articular el mensaje de salvación del cristianismo con los gritos de liberación de todo un subcontinente, el latinoamericano que se desangraba por estructuras económicas injustas y por dictaduras de enorme crueldad. [...] No obstante, deberíamos recordar hoy a Ellacuría, no  para quedarnos paralizados por su extraordinaria energía y creatividad, sino al contrario, debemos recordarlo para que su historia sea para nosotros una fuente de inspiración en el difícil reto de transformar lo inhumano de la realidad actual".